Desde muy niño cuándo empecé a surfear tenía la costumbre de ver las olas e imaginarme en ellas haciendo maniobras, por su puesto rompiendo, e incluso graficando la situación con las manos. Como niño lo sentía como un juego súper divertido y chacotero, así como cualquier superficie, pared, bajaditas, jardines, etc. podrían servir para, por unos segundos, transportarte a bajarte una ola gigante, meterte un tubazo o desafiar la gravedad con un aéreo. La imaginación de un niño no tiene límites.
Esto con el tiempo tiende a desaparecer o sigue presente pero no muchos lo comparten, al menos de la misma manera, por razones obvias, ya no somos niños. Sin embargo, esa inocente diversión puede que haya dejado un potente hábito para los que seguimos surfeando ahora como adultos, tanto para mejorar nuestro surfing como para aplicarlo a otros aspectos de nuestra vida.
Nos referimos a surfear con la mente, algo que en estos días de cuarentena ha llamado mucho la atención (https://www.youtube.com/watch?v=kplqO9BAo3k), como una forma de distraer la mente y bajar la ansiedad, ya que el surfing es muy adictivo, por la sensación de bienestar y energía positiva que nos produce.

“Cuando estoy realmente sintonizado, puedo surfear mentalmente. Puedo ver las olas desde la playa y sentir los movimientos de mi cuerpo, lo cual es bastante útil.”
Kelly Slater
El surfear mentalmente nos permite visualizar lo que queremos hacer e ir dándole instrucciones ha nuestro cerebro para que las ejecute al momento de la acción. Cómo dice Kelly, y quizá muchos hemos experimentado, tu cuerpo comienza a moverse sin darte cuenta, así como cuándo vez un video buenazo y tu cuerpo se estremece por querer estar en ese preciado momento de un tubo perfecto. Aquí les comparto un espacio de fotos que la revista Surfer colgó con ese propósito: https://www.surfer.com/photos/mind-surf/.
Es una aventura entretenida y que en el largo plazo podemos notar mejoras en nuestro estado de ánimo, memoria y niveles de stress, porque aminoramos el factor sorpresa, no al 100% pero en un grado suficiente para mantenernos conscientes y poder reaccionar. Por ejemplo, hablando del miedo, una forma de controlarlo al enfrentar una ola agresiva es justamente surfear la ola mentalmente e ir visualizando los probables escenarios de situaciones críticas, las que nos pudieran paralizar de miedo (reacción normal del cuerpo ante el miedo) y agravar las consecuencias. Es un factor importante pero no suficiente, hay otros factores que se deben considerar como el sentirnos preparados físicamente, pero en cuanto al factor mental es un ejercicio que ayuda mucho.
Otro aporte súper positivo de surfear con la mente es el timing. El surf es un deporte de reacciones rápidas, la mayoría de las oportunidades que nos brindan la olas para disfrutarlas al máximo, duran pocos segundos, todo es muy rápido, sin embargo nuestro cerebro es capaz de ir registrando esos tiempos, mandar instrucciones a nuestro cuerpo (le ayudamos manteniendo un buen estado físico) e ir creando la memoria necesaria para poder aprovechar esas oportunidades al máximo. Mientras más surfeemos mejor será, y el hacerlo mentalmente ayuda mucho. Personalmente me ha funcionado muy bien el observar las olas un buen rato antes de entrar y surfearlas mentalmente, registrar el tiempo que demoran las series, la velocidad con que revientan distintas secciones, que secciones tienen tubo y dónde no, etc. todo esto se va registrando en nuestra mente e inconscientemente a la hora de la acción estás más cómodo, como si ya hubieras estado corriendo, y sobre todo a la hora de enfrentar situaciones críticas.
Te recomiendo hacerlo, sumado a un poco de Yoga como calentando antes de entrar, y el resultado final va a ser que mejorará tu fluidez y tu surf será más consciente, ya que estarás más conectado con las olas y contigo mismo, pudiendo de esta forma, llevarlo a un nivel inesperado, e irás madurando como surfer y como persona.
¡Buenas vibras!
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