Vivir es levantarse todos los días y enfrentar lo que se va presentando en función de la actitud que adoptemos para cada situación, la cual determinará de alguna forma las decisiones que vayamos tomando y las soluciones a los problemas que tengamos al frente.
Nos enfrentamos a dos hechos concretos que configuran el vivir: actuar y solucionar. Al aceptar esto, los problemas se transforman en retos en nuestro día a día, abrimos nuestra mente y corazón a más alternativas disponibles, manejamos el estrés positivamente y nos damos cuenta de que todo tiene solución menos la muerte.
Seguro estás pensando que la última frase del párrafo anterior es algo utópica, y es por eso por lo que me animé a escribir el presente artículo, porque si piensas eso, hay cabida a una mayor apertura de tu mente y tu corazón.
Bajo mi experiencia, el mayor obstáculo para encontrar soluciones a los problemas es la costumbre arraigada que tenemos de aferrarnos a cosas, hechos, creencias, paradigmas o emociones, y en muchos casos cambiar ese hábito es muy difícil, y nos ciega a un abanico de alternativas de solución que podrían destrabar una consecución de hechos positivos para uno mismo y probablemente para varias personas.
Como mencioné al principio todo es cuestión de actitud, pero antes de eso está el cuestionarnos, ya que no siempre nuestra actitud es la mejor o ¿sí? Con este simple cuestionamiento de partida le damos cabida a la humildad, un súper poder que al incluirlo te dará una visión distinta de todo el panorama y es dónde empieza a cobrar vida nuestro lema de que todo tiene solución.
Aparentemente sencillo este primer paso, pero te aseguro que nuestro ego hará lo posible por convencernos que nuestra actitud es la mejor que hay, nos protege ante hechos que debiliten nuestra imagen ante la sociedad, como podría ser el hecho de tener que ceder, ósea perder, ósea debilitar nuestro “poder” para poder llegar a una solución…es el ego el que tiene nuestra mente aferrada a las cosas, hechos, creencias, paradigmas o emociones.

Hace unos años, tuve la oportunidad de trabajar al lado de una persona que vive dominado al 100% por su ego, es decir un narcisista, que si bien el día a día mientras duró fue sumamente complicado y estresante, ya con el tiempo me ha servido mucho para progresar en mi autoconocimiento y a seguir explotando positivamente la compasión que hay en mi corazón, pues vi cómo esta persona se creía perfecta, todos podían equivocarse menos él, todo debía ser como él quería y lo peor de todo es que gozaba con el sufrimiento de los demás, ni bien tenía oportunidad trataba de hacerte sentir miserable, si se lo permitías claro. En el discurso de esta persona primaban las mentiras, que se volvían cuentos y al final todo era una novela, tanto así que por momentos pensaba que estaba en el estudio de una telenovela mexicana, es realmente increíble lo que un ser humano poseído por su ego puede maquinar. Mientras su ego siga inflándose, lo demás no importaba.
Esta experiencia, mientras la vivía y analizaba con mi esposa el actuar de este personaje, me llevó a acuñar el término de SOUL-UCIONES (soul = alma) es decir soluciones con el alma, con el corazón, que es la variable que normalmente menos se considera al tomar decisiones porque implica que seamos compasivos, que cedamos, que nuestro ego pierda, que nos mostremos “vulnerables”.
Acabo de terminar de leer el libro “Las Leyes de la Vida” del Dalai Lama, del cual les traslado el siguiente párrafo y también puedas descargarlo en versión digital en PDF clickeando en el nombre del libro :
“…Nuestras vidas están en constante fluctuación, lo cual genera numerosas dificultades; si nos enfrentamos a los problemas con una mente clara y tranquila, nos resultarán más fáciles de resolver. Si, por el contrario, perdemos el control sobre nuestra mente a causa del odio, el egoísmo, la ira y la envidia, también perderemos el sentido común. En estos momentos incontrolados, nuestras mentes se ciegan y puede suceder cualquier cosa, incluso la guerra. Así, podemos concluir que la práctica de la compasión y de la sabiduría es útil para todos y, en especial, para los responsables de los asuntos políticos, en cuyas manos está la posibilidad de lograr una estructura para la paz mundial.”
Página 68, sección “Ética, compasión y felicidad”.
Actuemos y SOULucionemos, es decir vivamos buscando el bienestar común, pues el cambio positivo que necesita nuestro país y el mundo está en nuestras manos, en lo que cada uno de nosotros hagamos en el día a día, y para sensibilizarnos al respecto consideremos la sostenibilidad a largo plazo del medio ambiente, una responsabilidad universal que tenemos tod@s, pues si hay algo que nos une como seres humanos es que vivimos en el mismo planeta y el no cuidarlo es como dispararnos al pie…para reflexionar.
Con mucho amor y buenas vibras.
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